martes, 27 de septiembre de 2011

Inauguración EXIT/SALIDA #5



EXIT/SALIDA 5ta Edicion

Aunque el pensamiento acerca de ellas oscile a diario como un péndulo independiente de las leyes de la física, las señales de Exit/Salida están allí haciéndonos compañía, en silencio pero sin dejar de lado su potencia expresiva. No importa a donde nos dirijamos, a donde nuestros pasos nos conduzcan, están aguardando su momento, latentes, acechando. Me pregunto: ¿encontrarán las adecuadas coordenadas de tiempo y espacio para hacerlas despertar en esta quinta edición?


Diego Mur nos habla de finales. Hace hincapié en su carácter ambiguo, plural ¿Por qué habría que pensar en una singularidad al llegar a un final? ¿Acaso a un final se arriba en soledad?
Su instalación me recuerda la imagen crepuscular de Kane en los pasillos de Xanadú reflejándose ya abatido hacia el infinito, su repetición fugando inaprensible delatando de manera elíptica las limitaciones de los relatos que intentaban comprender las razones de su ocaso.
Diego parece también intuir que los confines que alcanzan las palabras se alían con nuestra complacencia ante la fuerza de algunos conceptos. Su obra, sin embargo, nos revela aquellos detalles que emergen luego de ese instante en que creemos cerrar las interrogaciones con un signo.

Existe entre el mundo de los objetos y el mundo animado, del cual somos protagonistas por excelencia, un permanente flujo de afectos en constante interconexión. La intensidad de esta transacción es tal que puede hacer sucumbir nuestra acostumbrada concepción lineal del tiempo. En este sentido, una obra de arte es capaz de hacernos volver a experimentar un acontecimiento vivido en el pasado, no como su repetición literal, sino como actualización, como parte de una constante construcción simbólica de nuestro entorno y nuestra historia. Por esta razón, los ensamblajes de Ezequiel Verona están construidos con objetos encontrados, o buscados pero ya existentes, relacionados con ámbitos íntimos, domésticos, próximos a los afectos más profundos con el objeto de volverlos a poner en –otra- circulación.

Contaba Borges en El libro de los seres imaginarios que existió un tiempo en el que entre los reinos del hombre y el de los espejos no había fronteras. Ambos eran muy diferentes, no coincidían en seres, colores ni formas, pero convivían en paz hasta que una noche los seres de los espejos invadieron la tierra. Su intento fue vencido por las fuerzas del Emperador Amarillo quien los redujo a partir de esa circunstancia a ser meros reflejos serviles. De allí en más permanecieron en letargo y amenazan con despertar.
Cada edición de Exit/Salida trata de convocar a esas fuerzas desconocidas que simulan estar ausentes. Consisten en pensar una propuesta que persigue estimular el rumor de sus armas proveniente del interior de cada una de las obras, percibir sus demandas, promoverlas, contrastarlas y así entonces establecerles un itinerario oportuno.

Alejandro Zuy
2011

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